Grupo de participantes en el campamento de verano en inglés the Village en excursión frente a un lago

Campamentos de inglés con deportes, creatividad y naturaleza

El aprendizaje no siempre ocurre entre paredes. A veces, la mejor clase de inglés tiene lugar en un campo de fútbol, en una playa o en un escenario improvisado. Por eso, los campamentos que combinan deporte, arte y naturaleza no solo enseñan un idioma: despiertan la motivación, la curiosidad y la confianza de los niños.

Durante el verano, los padres buscan experiencias que sean algo más que ocio o refuerzo escolar. Quieren que sus hijos aprendan, sí, pero también que crezcan, que descubran nuevas pasiones y que vivan lejos de pantallas. En the Village, esa mezcla se da de forma natural: un entorno donde el inglés es el idioma común y las actividades son el motor del aprendizaje.

Aquí, cada niño encuentra su espacio. Los que aman el deporte comparten equipo con jóvenes de todo el mundo; los más creativos descubren su voz en la Broadway Academy o en los talleres audiovisuales; y quienes buscan contacto con la naturaleza aprenden mientras exploran bosques, playas o montañas.

En este post veremos cómo esa combinación —deporte, creatividad y naturaleza— convierte el campamento en una experiencia de inmersión total donde el inglés se aprende sin darse cuenta y el verano se recuerda para siempre.

Jóvenes participantes en la actividad de football en el campamento internacional the Village

Una forma diferente de aprender inglés: vivirlo mientras disfrutan

El secreto de un buen campamento no está en las horas de clase, sino en las experiencias que hacen que los niños se olviden de que están aprendiendo. Cuando el inglés se convierte en la lengua natural de cada juego, conversación o reto, el aprendizaje ocurre sin esfuerzo.

En the Village, cada actividad está diseñada para que el idioma fluya de forma espontánea. No se trata de repetir frases ni memorizar reglas, sino de usar el inglés como vehículo para la diversión y la convivencia. Desde el desayuno hasta las últimas risas del día, todo sucede en inglés, y eso crea un entorno de inmersión real.

Los niños aprenden porque quieren participar, comunicarse, reírse con sus compañeros internacionales o entender las indicaciones del coach. Sin darse cuenta, ganan fluidez, pierden la vergüenza y descubren que el inglés no es un obstáculo, sino una herramienta que les conecta con el mundo.

El resultado es un aprendizaje que trasciende el idioma: mejora la autonomía, refuerza la autoestima y deja recuerdos que acompañan mucho más allá del verano.

El deporte como herramienta de aprendizaje y motivación

El deporte tiene una fuerza educativa incomparable. Enseña valores como el esfuerzo, la cooperación y la superación personal, pero además, cuando se practica en inglés, se convierte en una herramienta de comunicación real. En lugar de estudiar vocabulario, los niños lo usan mientras juegan, compiten y se divierten.

En the Village, el deporte no es solo una actividad física: es una oportunidad diaria para aprender y conectar. Cada entrenamiento, cada partido y cada charla con los coaches internacionales son momentos en los que el inglés se vive de forma natural, entre risas y adrenalina.

Deporte en inglés: comunicación natural y trabajo en equipo

En los campos, las pistas o la playa, los niños se comunican sin pensar. Al pedir el balón, animar a un compañero o celebrar un gol, el idioma fluye de manera auténtica. Es el tipo de práctica que ningún aula puede reproducir: espontánea, emocional y constante.

Los equipos se forman mezclando nacionalidades, lo que hace que el inglés sea la lengua común. No hay espacio para la timidez; todos colaboran, escuchan y aprenden a coordinarse. Así, el deporte se convierte en el escenario perfecto para ganar confianza lingüística y personal.

Academias especializadas que inspiran y enseñan valores

En the Village, los deportes van más allá del juego. Los niños pueden perfeccionar técnica con entrenadores con licencia UEFA y FIFA en fútbol, descubrir nuevas habilidades en la Tennis Academy o vivir la emoción del mar en la Surf y Sailing School.

Cada disciplina combina entrenamiento técnico con comunicación constante en inglés. Y lo mejor es que el aprendizaje no se limita al idioma o al deporte: los niños interiorizan valores como la disciplina, el respeto y el compañerismo, pilares de cualquier crecimiento personal.

Dos chicos tras finalizar la actividad de surf en la playa de Salinas - the Village

Creatividad y arte para expresarse en otro idioma

No todos los niños aprenden de la misma manera. Algunos lo hacen moviéndose, otros creando, otros imaginando historias. Por eso, un buen campamento debe ofrecer espacios donde la creatividad sea parte del aprendizaje. Cuando los niños crean en inglés, el idioma deja de ser teoría y se convierte en una herramienta para expresarse.

En the Village, las academias artísticas y creativas permiten que cada participante encuentre su voz. Desde el teatro musical hasta la producción audiovisual, todas las actividades se desarrollan en inglés, con coaches internacionales que guían a los niños para expresarse con naturalidad, sin miedo a equivocarse.

Talleres que despiertan talento y mejoran la fluidez

La creatividad es una poderosa aliada del aprendizaje. En los talleres audiovisuales o en las actividades de comunicación, los niños escriben guiones, graban vídeos, diseñan proyectos y los presentan ante sus compañeros. En el proceso, amplían su vocabulario, mejoran la pronunciación y aprenden a expresarse con confianza.

El inglés se convierte en la lengua del pensamiento creativo, no en una asignatura. Los errores dejan de ser un obstáculo y pasan a ser parte del proceso. Cada idea compartida, cada risa o improvisación refuerza la naturalidad al hablar.

El teatro musical como vehículo de confianza

En la Broadway Academy de the Village, los niños preparan pequeñas obras musicales en inglés. Ensayan, cantan, interpretan y, sin darse cuenta, se enfrentan a uno de los mayores retos para cualquier estudiante de idiomas: hablar en público.

El resultado va más allá del escenario. Ganan soltura, mejoran la entonación y descubren el placer de expresarse sin miedo. Cuando la creatividad se une al idioma, el aprendizaje se vuelve emocional, memorable y profundamente transformador.

Un coach internacional explica a una participante en la activida de tennis del campamento the Village

Naturaleza y convivencia aprender con los cinco sentidos

Nada estimula tanto el aprendizaje como el contacto con la naturaleza. Lejos de las pantallas y las rutinas, los niños vuelven a sentir curiosidad por lo que les rodea. En un entorno natural, cada experiencia se convierte en una lección: orientarse en una ruta, preparar una mochila o descubrir la fauna local son formas de aprender autonomía, observación y trabajo en equipo.

En the Village, la naturaleza es parte esencial del programa. El campamento se desarrolla en Asturias, un entorno que combina mar, montaña y bosques, ofreciendo un escenario inmejorable para actividades al aire libre y convivencia multicultural.

Excursiones, retos y vida al aire libre

Durante el campamento, los niños disfrutan de excursiones, gymkanas, juegos de orientación y deportes en plena naturaleza. Todo se hace en inglés, lo que multiplica la exposición al idioma y lo asocia con experiencias positivas y memorables.

Cada salida —ya sea a la playa de Salinas o a los montes cercanos— fomenta la colaboración y el sentido de grupo. Los participantes aprenden a comunicarse, a ayudarse y a superar retos juntos, fortaleciendo su confianza y su vínculo con los demás.

Conexión emocional y aprendizaje real

El contacto con la naturaleza genera un bienestar que favorece la concentración y la creatividad. Rodeados de aire limpio y paisajes abiertos, los niños aprenden con los cinco sentidos: escuchan, observan, exploran y se expresan.

En the Village, este entorno natural se convierte en el escenario ideal para que el inglés fluya con naturalidad. No hay forzamiento ni presión; solo vivencias reales que dejan huella. Porque cuando el aprendizaje se asocia con la emoción y la aventura, el idioma deja de ser un desafío para convertirse en una parte feliz de su vida.

the Village equilibrio perfecto entre inglés diversión y crecimiento

Un buen campamento no es aquel que ofrece muchas actividades, sino el que consigue que cada una de ellas tenga sentido. En the Village, todo está pensado para que el deporte, la creatividad y la naturaleza se integren en un mismo propósito: aprender inglés viviendo experiencias que marcan.

Cada jornada está cuidadosamente diseñada para mantener un equilibrio entre acción y descanso, energía y reflexión. Los niños disfrutan de más de 200 horas de inglés en quince días, acompañados por un equipo internacional de coaches que convierten cada momento en una oportunidad de aprendizaje.

El resultado es un verano que combina lo mejor de dos mundos: la diversión de un campamento tradicional y la profundidad educativa de una experiencia internacional. En the Village, los niños no solo aprenden inglés: ganan confianza, descubren nuevos talentos y vuelven a casa con la sensación de haber vivido algo realmente importante.

Un entorno natural, seguro y multicultural. Un programa que une deporte, arte y convivencia. Una experiencia que enseña a los niños que aprender puede ser sinónimo de disfrutar. Eso es the Village: un campamento donde el inglés se vive con pasión y cada día deja una huella duradera.

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